DOMINGO RÍOS
EL LAMENTO DE SU QUENA NOS TRAE EL RECUERDO

Por: Carlos Arancibia


La madrugada del 21 de mayo del 2004 se llenó de luceros para despedir a quien había encerrado el llanto del viento en su quena. La temprana muerte de Domingo Ríos puso un crepón de luto a nuestra música folklórica. Nacido en el pueblo de Purmamarca, al igual que su hermano Tomás Lipán, supo pasear el viento del Ande por el mundo. Fundador de conjuntos folklóricos, integrante del dúo “Lito y Domingo” junto a Lito Nieva, con quien compartió distintos escenarios de nuestro país, y diferentes proyectos como los talleres artísticos “Jaime Dávalos” fundados allá por el año 1985, vigentes hasta la actualidad en Salta, junto a Catalina Cuellar y Chichí Ibarra. Participante de la creación de la orquesta folklórica con instrumentos regionales, integró una delegación de músicos y bailarines bajo la dirección de Marina y Hugo Jiménez, con quien recorrió Estados Unidos, Marruecos y distintos países europeos. Se radicó en España trabajando con el grupo Purmamarca junto a Lito Nieva y Francisco Cruz primero a los que se sumaron Miguel Villalba y Luis Arias. De regreso al país se radicó en Salta dedicándose a la enseñanza de instrumentos de viento y esporádicas actuaciones en festivales. Este reportaje tenía por objeto presentar su último material discográfico, desgraciadamente hoy solo intenta rendir homenaje a la memoria de uno de los queneros más talentosos que nos brindó Jujuy. En el centro cultural Borges se llevó a cabo la presentación del disco de Tomás Lipán “Cautivo de amor” donde participa su hermano Domingo Ríos quien también está estrenando nuevo disco.

-Mi disco se llama “Suspiros”, me acompañan Dante Valdiviezo, Fita Ríos y Tomás Lipán, donde toco canciones muy apreciadas por mí.
 

-Su música recuerda a los vientos de la Cuesta de Lipán.
 

-Bueno ese el lugar donde han vivido nuestros tatarabuelos y bisabuelos, que han sido dueños alguna vez de estos cerros. Esa Purmamarca donde como todos los pueblos de la quebrada desde Volcán a Humahuaca vibran para el carnaval, para Semana santa cuando los peregrinos o promesantes van con una misión muy especial: a pedir perdón por sus pecados o a agradecer por la curación de sus males a Punta Corral y de allí traen la naturaleza pura, lo que es realmente estar al lado de la Virgen María, al lado de Dios. La misión de nosotros los quebradeños es formar bandas de sikuris, comprar los instrumentos redoblantes, bombos, tocar la música genuina que se ha vertido desde hace muchísimos años. Tomasito que ya está en Buenos Aires y se he hecho conocer, es una muestra muy elocuente de lo que significa el norte de nuestro país.
 

- Usted un prolífico autor ¿Cuántas obras tiene?
 

-Muchísimas, alrededor de 300 composiciones de letra y música. Cuando Tomás comenzó cantaba lo mío, aunque también están grabadas por otros cantores. Muchas no están registradas en SADAIC. Para los cantores populares lo importante es que estemos al lado de la gente, pisemos bien la tierra, traduzcamos sus señales en nuestras canciones, esa es la oportunidad de los poetas y los músicos.

- ¿Qué le convoca a escribir la realidad social, el paisaje o los personajes?
 

-La naturaleza, las diversas situaciones que pasamos en la vida. Yo he sentido tanto la muerte de mis padres que las primeras canciones se las he dedicado a ellos. Ejercemos la tradición y el placer de ser músicos populares, eso nos lleva a andar y andar por los caminos decía don Ata.
 

-Afirma que hay que andar y andar los caminos, los mismos que los llevaron fuera de la patria ¿Cuál fue el motivo que lo hizo volver?
 

-En el ’90 me fui a Europa, viví seis años en España, conocí muchos países europeos trabajando, pero los lazos con mi familia son muy fuertes, tengo hijos y los extrañaba mucho. Por esas razones he vuelto.
De pronto se pone a recitar la letra de “Las margaritas de tu casa” Detrás de mí estaba el poeta salteño José Gallardo, y Domingo quiso compartir con él la grabación. Viejos amigos confundiéndose en un abrazo, lejos de su pueblo los dos. Los vi irse con la alegría del reencuentro…
Así los recuerdo: humilde, de hablar bajo, agradecido, feliz de compartir con su hermano el escenario, con el público su música, con los amigos la vida

 

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