OMAR MORENO PALACIOS
“YO
VENGO DE POTROS EN LA SANGRE”
Por Senda
Folclórica: Carlos y
Graciela Arancibia
Pregonero incansable de las costumbres bonaerenses, con casi
50 años de trayectoria, hacen de Omar Moreno Palacios uno de
los referentes invalorables de nuestro folklore. A su pecho
lo adorna un ramillete de oficios: cantor, guitarrero,
compositor, difusor en distintos medios de comunicación,
criador de caballos criollos. En cada una de sus canciones
se atisba el hálito del Pampero arrasando distancias, el
espejo de las lagunas, un corral de palo a pique
desdibujándose en la niebla, un sonoro relincho elevándose
en la llanura soledosa y el hombre lleno de sueños
identificándose con el paisaje.
POR
LA RASTRILLADA DEL TIEMPO
-Un
Moreno de Colonia de Sacramento y un Palacios sanjosesino,
cantor y guitarrero le dejaron el surco del tradicionalismo.
-Yo vengo de
potros en la sangre, nadie tuvo que decirme que debo hacer,
para ser claro…nunca tuve que hacer un test vocacional.
Sigo con el mismo empuje que tenía cuando empecé, claro a
veces con bajones como oreja e’ chanco cuando veo que las
cosas que he propuesto son buenas y no salen, y de pronto se
levanta un echao que no sirve para nada. Entonces uno se
pregunta ¿Cómo es esto? ¿Que hay que hacer? Y no encuentra
la respuesta.
-Cuénteme
de sus comienzos.
-Hemos sido
ocho hermanos, dos varones y seis mujeres. Mi hermano Hugo
es el mayor y yo el anteúltimo. Me crié en Chascomús, en una
casa de puertas abiertas donde se realizaban muchas
reuniones guitarrísticas en las que mamá y papá cantaban, no
profesionalmente, mi tío Eusebio tocaba la verdulera y
además de los amigos guitarreros.
Cuando tomé
la primera comunión, a los 8 años, me regalaron una
guitarra… la primera que tuve en mis brazos. En el año ´46
había recalado en mi pueblo Mario Pardo con una academia de
danzas nativas. Yo estudié con él y de esa manera puede
subir junto a otros chicos al escenario de un teatro en
serio, pasaron 10 años y yo seguía por allí, entonces decidí
salir de mi casa, digo así porque no me fui, lo que pasa es
que yo aspiraba a ser algo más que un cantor de boliche.
Por eso en el año´57 paso a Montevideo donde debuté en
radio Carbe profesionalmente.
-¿Por
qué Uruguay para debutar?
-Se dio
porque siendo aún menor de edad el Cholo Iseas (padre), me
invita a una semana de turismo en Montevideo, Uruguay. En
esos tiempos se salía a compara yeguarizos trayéndolos por
tierra, llevaba tres jinetes, ni más ni menos que Reggino
Pacheco, Mario Pacheco y Rodolfo Barrios. ¡Insuperables
hasta el día de hoy! A mí me llevaba con la guitarra porque
era un poco su pollo. El caso es que mi papá debió dar su
firma para poder salir del país, una vez allá como Cholo era
muy aficionado al sexo contrario se alzó p´al lado del
Brasil y sin él no podía volver. Un poco apremiado por ese
quedarme solo, entré a vivir pura y exclusivamente de la
guitarra. Aprovecho la ocasión para aclarar sobre Amalia
Vega, a quien alguna vez supe acompañar en rueda de amigos,
pero nunca fui su guitarrista. Después cuando ya me hice un
ambiente de trabajo me tocó la colimba.
-Entonces lo
volvieron…
-Sí, me tocó
marina, dos años largos, pedí pase a Dársena Norte y ya me
quedé acá. Siempre fui solista, alguna vez supe acompañar a
los Hermanos Abrodos, allá por el ´64 nos habíamos conocido
en una peña: Manolo le oyó y me propuso tocar con ellos,
Roberto ya había fallecido, quedamos en encontrarnos en “La
carreta de los hermanos Abrodos” y le dije que sí. Al año
estando en uno de los ensayos que realizábamos en radio El
Mundo, le avisé que después de la peña seguía solo. A
Manolo le pareció bien, me dijo:-” Nadie se escapa a su
destino de solista.”
--¿Cuál
es el ritmo donde encuentra más identidad?
-Aunque me
encuentro cómodo en muchos de ellos como el estilo, el
triunfo, pienso que si tuviéramos que elegir un ritmo
nacional, a mi me parece que debería ser la milonga, aunque
su origen está allende los mares.
DEL
CABALLO Y SU PILCHAJE
-Hay un
nuevo compacto suyo “Del caballo y su pilchaje” ¿Qué lo ha
llevado a escribir sobre el tema?
-Porque he
escrito mucho sobre caballos pero casi nada sobre los
atadores, maneadores, maneas, bozales, riendas, cabestros,
asideras, lazos y todos los elementos para agarrar un potro
hasta que se hace caballo. En este primer material
discográfico dedicado al tema he involucrado relatos
canciones de más o menos tres minutos para que sea de fácil
difusión. Será porque a mí como difusor me llegan compactos
de 5 o 6 minutos y se me hace muy difícil pasarlos teniendo
una hora de programa por semana.
-¿Qué
tiene que tener la milonga para que le guste?
-Tiene que
decir cosas, una buena letra es lo más importante.
Generalmente la provincia de Buenos Aires se ha quedado en
el tono de dominante, en la milonga en el tono do menor…
excepcionalmente es do mayor. Cuando en esta provincia se
cantaba de tono mayor, por eso debe tener una letra que me
sorprenda y si también lo hace la música ¡Mejor!
-En
este disco rescata la voz de Pancho Gandola.
-En realidad
yo iba a cantar “El último viaje” de Pancho, pero pensé “Si
Pancho vive, lo tengo acá en San Vicente”, entonces me lo
fui a buscar, le expliqué como era la cosa y quedamos para
el miércoles…pero el domingo anterior tropezó con un bolso y
se cayó. Cuando fui a buscarlo me dijo” ¡Mirá Morenito como
estoy! Vestido y tirado en la cama, no me puedo mover…ahora
va a venir el médico a verme” entonces la gente de la
pensión donde habitaba me explicaron que ellos hacían
propaganda callejera, y pensaban que con ese micrófono lo
iban a poder grabar bien. Conectaron la grabadora y me
dijeron -“Vamos a probar”- en ese momento Don Pancho
venía con su bastón y me dijo al pasar-“Esta vez sí
me parece que voy en el último viaje “- Y fue así
nomás, porque no llegó a escuchar lo que yo hice con la
grabación. En el fondo de la canción le puse de viento,
tormenta…una lástima que se nos fuera.
-¿Está
preparando otros volúmenes?
-Mi fiesta
del alma son los caballos, hace más de 30 años que crío
caballos criollos, y está abierta la posibilidad de grabar
nada menos que diez volúmenes de música temática ”Del
caballo y su pilchaje”.
-¿Con
qué pilcha se siente más cómodo?
-Siempre con
estas pilchas, es normal que ande por la vida como estoy
vestido acá de alpargatas bordadas, bombacha de campo, boina
con borla, ya que es el símbolo de los domadores de aquellos
tiempos del 1880. Así vivo, así viajo, tomo micro, aviones,
trenes… si hasta a la Antártida la pisé calzado así.
-Vaya
aguante para la gripe… (Risas)
SURERO EN TODAS PARTES
-Hablemos del otro trabajo discográfico editado por el sello
Pretal.
“Surero en
todas partes” es un concierto grabado en vivo en París,
donde incluí instrumentales para ver que pasaba y voy a
seguir incluyéndolos en mis próximos trabajos discográficos,
ya está grabado otro en Dinamarca, el otro seguramente será
en Holanda y capaz en septiembre vaya a Venezuela.
-Cuando
está en el exterior ¿su alma y su guitarra tienen una
vibración distinta?
Seguro, la
guitarra mía anda bien pero allá le di otro tiempo a las
cosas, les deje un tiempo más para elaborar lo que estaban
oyendo. La primera vez que fui a París Raúl Barboza me dijo
que tenía la posibilidad (todavía está) de editar un trabajo
y aprovechó para explicarme
–“Sería
importante algunos temas más lentitos, porque vos tenés
algunos giros idiomáticos que si yo no los entiendo,
imagínate esta gente…por lo menos dales tiempo a escuchar la
música”. En una gira por Holanda terminé de cantar “Nunca
te dije nada” y me pregunté ¿Qué es esto? ¿Cómo sucede esto?
Yo lo hice en un galpón en Castelli, una noche en que se me
terminó la vela, por eso tiene tres décimas nomás y esta
gente ovacionándome de pie y me pasó lo mismo en Dinamarca
donde tampoco hablan castellano y no había público
argentino. La música no tiene bandera. En Europa siempre
comienzo por instrumentales que ahora a partir de “Surero
por todas partes” voy a empezar a poner un par de ellos. En
el próximo trabajo voy a tener de invitados a los pájaros
del alma.
-¿Quiénes son?
-Los alumnos
del aula 109 de una escuela rítmica musical de Copenhague.
Teníamos que enseñarle dos temas, a mí me tocó la música de
la provincia de Buenos Aires. Todos saben leer música
entonces cuando me pidieron las partes, pequeño problema…
¡Yo no leo música!
Entonces les
digo a través de Ingrid, mejicana que hacía de traductora
que las partituras en fotocopias se las pidan a los pájaros,
ellos son los que más saben de música y jamás fueron a un
conservatorio. Después del concierto me preguntaron –“Maestro
¿Cómo hizo para cantar con tanto ritmo?- a lo que yo
respondí –“¡Corazón de pájaro, corazón de pájaro!”,
(se ríe al recordar la anécdota)
Elena canta
un tema inédito que se llama “Ayer Buenos Aires”, Lars
“Domingo e´truco” y entre todo el grupo “Sencillito y de
alpargatas”
NO
SOLO DE CANTO VIVE EL HOMBRE
-Rápidamente
a vuelo de pájaro te cuento que estoy trabajando en un
emprendimiento sobre una estancia que alguna vez fuera de
Aristóbulo del Valle en Montegrande. Ahí voy a hacer una
laguna campera con una hectárea en el medio donde se
enseñoreen algunos árboles y una entrada, debido a su forma
la voy a llamar “Laguna del candado”, eso por un lado y por
el otro tiene un edificio que yo llamé “La lechera” por
aquello que todos necesitamos algo que dé un poquito de
leche todos los días (graciosamente hace la seña del signo
pesos), después voy a construir una estancia criolla del
1900. Yo la arranco cuando está el alambrado, el molino,
los bretes y las mangas, porque si me voy muy atrás en el
tiempo voy a tener serios problemas para proveerla de agua
sin caer en la falsa historia. Es para mostrarles a los
gringos de afuera como funcionaba una estancia en 1880 o
1900. Pero no para ahí la cosa sino que también tengo
planeado un pueblo de campo con su almacén de ramos
generales, pulpería, fonda, plaza, capilla, calles de tierra
y el poblado con varios ranchos. Como en esa época estaban
los ladrillos de 35 x 17 x6 cm los mandamos a hacer
especialmente con mis socios y se va a llamar “El rincón de
Omar Moreno Palacios”.