MIGUEL DURÉ “CUANDO SE HACEN CANCIONES DE DON ALFREDO ZITARROSA SE DEBE LLEVAR MUY ALTO LA BANDERA DEL COMPROMISO SOCIAL”
Por: Carlos Arancibia

Con la sangre arraigada de milongas Miguel Duré fraybentino, con el corazón nostalgioso de río y cuchillas, de canoa y pisadero deja en cada escenario el hondo decir del pueblo uruguayo.  Muchos anos de permanencia en nuestro país lo hacen de dos orillas pero de un solo sentimiento en cada una de sus canciones flamea la bandera del compromiso social.

“Digo nomás” es el disco esperado con milongas, chamarritas y candombes, es el que yo hubiera querido grabar desde el primer momento me acompañó en percusión el trío de tambores “los Cruz”, y como invitado Washinton Fernández, además de Osvaldo Lagos en las guitarras y la dirección musical. Fue una cuestión de productores que imponen cierto estilo, se llamó “Corazón de piedra”, al segundo disco “Tiempo de cantar” lo grabe en forma independiente y ya traía varias milongas pero ninguno de mi autoría, así que en este tercer material lo pude hacer a corazón abierto. Fue armado con tiempo muy bien pensado en la cuestión guitarrística  con un título que comprende una forma de decir de mi pueblo.

-¿Qué te decidió venir a nuestra tierra desde Uruguay?

-En primer lugar me quería hacer famoso… (Risas) siempre listo para cruzar paredones.  Me vine en el año 84, es decir que en toda mi vida estuve más tiempo acá que en Uruguay. Vine a hacer música, empecé en la peatonal junto al compañero Arjona. Faltaba mucho para que él sea famoso, andaba de gira con González.  Hacíamos unas juntadas preciosas después de nuestras actuaciones callejeras.  Cualquier lugar era bueno para mostrar mi música. Primero vine solo después llegó la familia, como uno debe hacerse cargo me obligó a decidirme a tener otro trabajo sin dejar de llevar adelante lo que uno sabe hacer que es milongas, un gran compromiso que digo a través del canto. A eso apuntaba desde mi venida después de derribar varios paredones estoy logrando entrar lentamente en algunos escenarios.

-¿Te fue difícil siendo de Fray Bentos  cantar cuando se estaba confrontando por el tema de las papeleras?

-Es algo que todavía está vigente aunque no aparezca en tapas de diarios, porque el corte sigue tan fuerte como el  primer día.  No me fue difícil porque no estuve de acuerdo con la papelera como tampoco lo estuve con el corte. De esa manera no sentí ningún rechazo. El público acepta mucho mis chamarritas, las milongas, siempre recuerdo mi origen en el escenario y el aplauso está presente, yo creo que los uruguayos en general somos bienvenidos a este país.

-¿Una infancia acunada con chamarras, milongas, candombes?

-Más con milongas.  Mi abuelo fue uno de los fundadores del frente amplio en Fray Bentos, lastima que se murió sin ver a su partido en el gobierno.  Yo vengo de los tiempos en que se escuchaban los discos de vinilo de Alfredo Zitarrosa, para luego resguardarlos en una bolsa de nylon para no ajarlos y se los guardaba celosamente porque si llegaba la redada sorpresiva , se lo llevaban… a los discos y al oyente.  El abuelo siempre me decía que prefería que lo metan preso pero que no le rompan los discos, desde ese momento empecé a amar esa música.  Cuando tuve la oportunidad de conocer a Don Alfredo en su vuelta del exilio en Gualeguaychú la amé más todavía.

-Contanos como sucedió.

-Fue a hacer “La noche del abrazo celeste y blanco”, y yo pude compartir con él toda una tarde a las orillas del río Gualeyán, guardando en mi corazón  para siempre la anécdota. A mí me llevó como percusionista un  compañerazo Raúl Escobar, hoy fallecido, un gran cantor de milongas.  Cuando don Alfredo preguntó quien era el uruguayo que iba a actuar esa noche, al verlo se dieron un abrazo interminable como si se conocieran de toda la vida, tal era la necesidad de Zitarrosa de encontrarse con sus compatriotas.  Te imaginas yo quietito y emocionado, entonces Don Alfredo le pregunta  a mi amigo Raúl que iba a cantar esa noche – “Yo voy a hacer un candombe”- le contesta.  Curioso le dice –“¿Usted cree que a los entrerrianos les va a gustar?”- A lo que Raúl le contestó-“Si no les gusta, ellos se lo pierden, mi decisión está tomada.”- Don Alfredo emocionado lo abrazó diciéndole -“Lo felicito compañero, nunca se arrepienta de lo que canta”-Esa frase me quedó para toda la vida. Desde ahí arranqué con la milonga, llevando el estilo que hacía Don Alfredo, y aunque aparecieron varios imitadores asemejándose bastante, yo traté de mantener el estilo de hacer milonga del Uruguay.

-¿Como se ve el folklore argentino desde tu país?

-Muy bien.  En los colegios se cantan y bailan zambas.  Todas las que sabía cuando vine a este país las aprendí en el colegio de gurí, en ninguna fiesta escolar faltaban junto al pericón nacional las chamarritas junto a los candombes ejecutados por conjuntos armados por alumnos.

-Hablemos de “Digo Nomás”en donde ejecutaste hasta un joropo.

-Sí, cante un tema de Violeta Parra que yo adapté a un ritmo aire de joropo, hice ese arreglo, puse el cuatro primera y segunda guitarra y guitarrón, espero les guste.  En este disco aparezco como autor en Digo nomás que le da nombre , obra de la nostalgia, lejos de casa, de mi madre, me puse a recordar mi pago, la casa muy humilde situada a cuadras del río, tan cerca de mi infancia…Yo era pescador desde la orilla.  Mi papá estuvo conmigo hasta los 7 años solamente, después fue mamá la encargada de criarme. Pescaba mucho dorado, carpas, bogas, sábalos, pejerreyes en esa época, desde chico aprendí a filetearlos, ahora con el compañero de mamá me volví pescador de río adentro. Una infancia linda a la vera del río juntando naranjas en medio de las cuchillas, aprendiendo las tareas rurales, manejando el tractor, primero por diversión después como trabajo. También trabajé en los pisaderos del horno de ladrillos que tuvo mi hermano hasta que se instaló una corporación y se fundió. Del recuerdo de mi hermana, mi amigo “Distancia, digo distancia, paredón de soledades, huellas y llanto en el camino” Aquella distancia que desaparece al recordar alguien querido la volqué en esta canción.

-Incluiste “Milonga viuda” un tema precioso en homenaje a Zitarrosa.

-Sí, Miguel Capella le rindió un verdadero homenaje a Don Alfredo, lo máximo sin dejar de lado a otros  grandes autores como Osiris Castillo o Aníbal Sampayo. También grabé “Mate lavado”, “Milonga bella”, “El parche”, “Pájaro de rodillas”, “Tibia 4 de abril”, entre otros.

-¿Que pasa con la música folklórica del Uruguay?

-Está difícil la situación porque lo nuevos grupos están tirandose para el lado de Venezuela, a través de la música difundida por los Olimareños se ejecuta mucho el joropo, el canto popular está más orientado por el lado de la trova, estilo Trova cubana. Cantores de milonga hay muchísimos pero les cuesta mucho acceder a un escenario.  Yo sé que con este disco me cuesta entrar en mi propio pueblo, felizmente en la radio está muy difundido.  Armar un espectáculo auspiciado por la municipalidad como pasó en el Festival de la costa fue muy difícil, después de mucho trajinar a veces logro cantar y el público responde, le gusta mi estilo.

-Que bien suenan tus canciones en el guitarrón.

-Me vi en la obligación de estudiar guitarrón porque mis compañeros hacen la primera y segunda guitarra, yo hacía la base, cuando les pedí que tocaran guitarron se negaron porque dijeron que yo conservo el estilo uruguayo, porque ellos son argentinos, me lo hicieron creer pero me gustó hacerlo.

-¿Que es el candombe para el uruguayo?

-Un sentimiento, una forma de llevar adelante aquellas grandes protestas de los hermanos negros, tan vapuleados, todas esas cosas a que le cantaban en un candombe…era su manera de divulgar sus sufrimientos y ahí nomás le sigue la milonga y el tango.

-¿Estás cantando tangos?

-Si, con algunos me animo, especialmente con los clásicos de la guardia vieja “Contramarca”, “Vieja viola”, “Bandoneón arrabalero”, “Los mareados”, “Por una cabeza”.  Gracias a ellos he tenido la probabilidad de tocar en los bares notables porque exigían que incorporáramos  tango con milongas criollas y candombe.  Tuve bastante trabajo con eso porque han surgido varias actuaciones, de 2 pautadas terminé haciendo como 20, ese es el verdadero termómetro que lo que le gusta al público. Después vinieron varias invitaciones como la del amigo Morgado para actuar en sus espectáculos,  donde he cantado tangos y milongas de Osiris, de Néstor Feria, de Zitarrosa.

-Te animás a tomar ciclos como los del Empujón del diablo o El gato negro. ¿Vas a hacer festivales?

-Hace poco estoy trabajando con gente que está tratando de hacerme entrar en distintos festivales. Este año, después de ir tantas veces a Cosquín como espectador, me animé con las peñas, eso me hizo dar cuenta que mi música gusta bastante.  En la zona de Olavarría o Azul o de Tandil donde ya participé de cuatro encuentros seguidos de los zitarrozianos que organiza Néstor Di Paola  y Nito Franco me han incorporado como un tandilense más.  Se torna difícil entrar con mi propuesta porque los organizadores de festivales tienen el concepto que el escenario debe estar siempre muy arriba con la música, será hasta que se den cuenta que es un gran disparador la milonga.

-Este disco es independiente.

-Si, por no cambiar mi repertorio no estoy en un sello muy importante, aunque les gustaba mi estilo me querían imponer sus milongas.  Está muy bueno cantarle al paisaje, al caballo, a los árboles pero  yo siento que está el otro compromiso, el compromiso social, entonces me dijeron que no. No me arrepiento cuando uno hace canciones de un cantor tan comprometido como Don Alfredo Zitarrosa se tiene que llevar en alto la bandera del compromiso social.

-¿Tenés pagina en Internet?

-Si, la realizó mi amigo Jorge Iglesias, autor del “candombe p´al abuelo”, que está residiendo en España, la dirección es www.migueldure.es.tl., gracias a ella pude ir a tocar a Paysandú, los pagos de Anibal Sampayo, y la comunidad latina en España se han contactado para ver si el año que viene puedo ir a cantar por allá, el tiempo lo dirá.

 

          

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